miércoles, 18 de junio de 2008

Reflexiones

Pensamos básicamente en ver la televisión para desconectar el cerebro, y utilizar la computadora cuando quieres volver a encenderlo.

Steve Jobs. Fundador y presidente de Apple

domingo, 8 de junio de 2008

¿Hacia Dónde Evolucionamos?





Aquí una nota de mi Alter Ego María Naranjo para la revista La Nación:

Un niño juega con una mascota robot que le responde emocionalmente, mientras se prepara para asistir a una clase del colegio, a través de Internet, en 3D. A estas alturas, tiene tantos amigos virtuales como reales, y es difícil distinguir a unos de otros.


Hace tiempo que los robots reemplazaron a los empleos en la agricultura y la industria, y hasta las guerras son virtuales (comandadas desde la computadora), aunque de accionamiento real.


Los sistemas inteligentes toman decisiones en áreas de seguridad y control del tránsito. Y el uso de chips implantados en los reclusos permite controlarlos sin necesidad de construir cárceles.


También hay prótesis comandadas por el cerebro que permiten mover miembros a partir de impulsos eléctricos, y piel artificial con sensibilidad al tacto y a la temperatura.


La regeneración de órganos dañados a partir de tejidos propios y las terapias génicas son las mejores armas contra el cáncer y la diabetes.


No es El mundo feliz de Aldous Huxley; tampoco un capítulo de la trilogía Matrix. Es un día cualquiera de 2042. Las descripciones figuran en el informe prospectivo que elaboraron los futurólogos Ian Neild e Ian Pearson para la British Telecom en 2005, y contiene predicciones hasta el año 2100. Algunas parecen inverosímiles, otras, simplemente escalofriantes. Pero todas las innovaciones mencionadas ya han sido desarrolladas o se encuentran en etapas avanzadas de investigación. Según el reporte, cuya versión actualizada se lanzará el año que viene, el futuro nos depara no pocas sorpresas. El propio Ian Neild adelanta algunas a LNR. “Gracias a la virtualidad, vamos a poder recrear lugares, situaciones y personas de nuestra infancia, viajar a lugares como el Everest o hacernos una escapada a la playa durante la pausa del almuerzo”, comenta Neil por correo electrónico.


“El back up cerebral permitirá ampliar la memoria y la velocidad de procesamiento del cerebro recurriendo a biocomputadoras externas. También se podrá hacer una «copia de seguridad» e implantarla en otro organismo, por si se sufre algún daño o para conservarla para la posteridad.”


Si nos parecen descabelladas estas ideas, imaginemos volver 30 o 40 años atrás y explicar el auge de Internet, la telefonía móvil, los implantes cocleares que devuelven la audición a personas sordas, la clonación de especies animales y vegetales o las técnicas no invasivas para tomar imágenes del cerebro. “Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”, decía el científico Arthur Clarke en su libro Profiles of the Future, de 1961.


En los últimos 40 años, el hombre llegó a la Luna y exploró galaxias de las que se desconocía su existencia. La primera computadora, Colossus, tenía el tamaño de una habitación y el mismo poder de cómputo de la actual Xbox 360, que se usa para jugar y cabe en la palma de una mano.


¿Cómo serán las máquinas, las tecnologías, la industria y la ciencia en un futuro no muy lejano? ¿Cómo seremos nosotros, y nuestros hijos y nietos? “Estaremos haciendo las mismas cosas, pero cambiará mucho el cómo las haremos”, aseguran Pearson y Neil, quienes identificaron seis grandes áreas de enorme potencial en las próximas décadas. A saber: Biotecnología, Nanotecnología, Robótica, Informática y Telecomunicaciones, Reemplazo de órganos y viajes espaciales.




La nota completa está en: http://www.lanacion.com.ar/968060

7 de junio Día Del Periodista


Aquí un homenaje a todos los que elegimos esta profesión, como el mejor oficio terrestre


(De Tomás Eloy Martínez)


El periodismo nació para contar historias, y parte de ese impulso inicial que era su razón de ser y su fundamento se ha perdido ahora.

Dar una noticia y contar una historia no son sentencias tan ajenas como podría parecer a primera vista. Por lo contrario: en la mayoría de los casos, son dos movimientos de una misma sinfonía. Los primeros grandes narradores fueron, también, grandes periodistas.

Entendemos mucho mejor como fue la peste que asoló Florencia en 1347 a través del Decamerón de Boccaccio que a través de todas las historias que se escribieron después, aunque entre esas historias hay algunas que admiro como A Distant Mirror de Barbara Tuchman.

Y, a la vez, no hay mejor informe sobre la educación en Inglaterra durante la primera mitad del siglo XIX que la magistral y caudalosa Nicholas Nickleby de Charles Dickens.

La lección de Boccaccio y la de Dickens, como la de Daniel Defoe, Balzac y Proust, pretende algo muy simple: demostrar que la realidad no nos pasa delante de los ojos como una naturaleza muerta sino como un relato, en el que hay diálogos, enfermedades, amores, además de estadísticas y discursos.

sábado, 7 de junio de 2008

Cambio Climático, otra vez soja (III)


Si en el mundo la balanza ambiental se inclina más hacia el debe que al haber, en la Argentina las cosas no están mucho mejor. “El país no dispone de estudios progresivos de seguimiento climático e hidrológico y ni siquiera sabemos dónde se sembrará mañana y adonde trasladaremos los cultivos que se verán afectados por el cambio de temperatura”, destaca dice Osvaldo Canziani, co-presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, que recibió el Nobel de la Paz en 2007. “Es un problema de planificación, y -al igual que ocurre en la mayoría de los países de la región- no tenemos planes a mediano ni a largo plazo para enfrentar los efectos del cambio climático. Medir lo que está ocurriendo es responsabilidad de cada país, y nuestros gobiernos latinoamericanos no lo están haciendo”, agrega el experto.

Un aumento de la temperatura global de entre 1 y 4 °C, podría provocar una progresiva serie de eventos desafortunados (y costosos). La lista incluye, cual dominó: lluvias, tormentas y granizos intermitentes y erráticos en todo el país, tornados desde La Pampa hasta el Noroeste, costas sumergidas en el área del río de la Plata y el Delta, avance de la desertización y salinización en el Gran Chaco, reducción de la producción de energía hidroeléctrica por falta de agua en Cuyo y la Patagonia. “Para 2020, desaparecerán los pequeños glaciares tropicales, y en 2050 faltará el agua en la Argentina”, vaticinan los expertos de IPCC. En tanto, se expandirán las zonas de contagio de enfermedades infecciosas como la Malaria, el Dengue y el Chagas. En el Sur, habrá más casos de cáncer de piel y problemas respiratorios infantiles si sigue disminuyendo la capa de ozono.

El futuro de la producción de trigo, maíz y girasol en los próximos 50 años es incierto, ya que basta un aumento de 2° C de temperatura promedio (lo que ocurrirá antes 2020) para volverlos inviables. En el corto plazo, el maíz perderá un 14% de productividad, y otros cultivos como la cebada, la avena, el trigo, el arroz y el azúcar perderán un 10 %. Sin embargo, hay un “yuyo” que sobrevivirá al maleficio: la soja, que es capaz de soportar un aumento de la temperatura promedio de hasta 3°C. Es bueno tener en cuenta que el monocultivo acelerará la degradación del suelo.Según Canziani, para reducir los efectos del aumento global de la temperatura hay que planificar, e ir relocalizando los cultivos y peces en riesgo en zonas más frescas”. No todo está perdido...

¿Hace más calor o soy yo? (II)


Cambio Climático y Pobreza


Los países en desarrollo son los que históricamente menos contribuyeron al cambio climático.
Pero es allí donde sus consecuencias se hacen sentir con mayor fuerza, afectando a actividades tradicionales como la agricultura, la pesca, el turismo, la provisión de agua y energía. Esto a su vez, provoca la reaparición y agravamiento de enfermedades epidémicas y migraciones en masa que generan tensiones económicas y sociales.

A diferencia de la mitigación, que es una tarea más bien global (en el sentido de que no importa en qué país se reducen las emisiones, dado que su efecto es a nivel de la atmósfera), el enfoque de la adaptación es mucho más focalizado y depende de los gobiernos y empresas locales.

Las estrategias serán diferentes para cada región dentro de un mismo país. Pero al mismo tiempo, existen tecnologías y conocimientos que se pueden transferir de una nación a otra.“La repartición equitativa de los costos es el corazón del debate sobre la adaptación al cambio climático”, destaca el compromiso firmado en el Foro de legisladores realizado en Brasilia (del que, dicho sea de paso, no participó ningún representante argentino). En él se aclara que “la adaptación al cambio climático sólo será posible en la medida en que los países industrializados se comprometan a aportar recursos”.

Hasta ahora, lo único que existe es un Fondo de Adaptación, creado bajo el Protocolo de Kyoto y sus Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), dentro de los cuales se enmarca la negociación de Bonos de Carbono, o Certificados de Reducción de Emisiones (CERs). La idea es que las empresas y gobiernos de los países que figuran en el Anexo 1 del Protocolo de Kyoto (las naciones más industrializadas) puedan reducir emisiones en aquellos países donde el costo de hacerlo es menor, y obtener los CERs. A su vez, el mecanismo sirve para transferir tecnologías “limpias” hacia los países No Anexo 1 (los emergentes o en vías de desarrollo).

Las Naciones Unidas estiman que este Fondo, que se alimenta con un porcentaje de las transacciones en el llamado “Mercado de Carbono”, cuenta con u$s 36 millones. Según las proyecciones más optimistas, alcanzará una cifra de entre u$s 80 y u$s 300 millones entre este año y 2012, con lo que apenas alcanzaría a cubrir el 1% de los costos de adaptación.

Día del Medio Ambiente, ¿algo para festejar? (I)


El 5 de junio, a propósito del Día Mundial del Medio Ambiente, escribí esta nota en El Cronista:


SE CELEBRA HOY EL DÍA PARA DESTACAR LA IMPORTANCIA DEL CUIDADO DE LOS RECURSOS NATURALES

Desertificación, nuevas enfermedades y menos agua potable serán los resultados del cambio climático. Al mundo en desarrollo le costará u$s 67.000 millones adaptarse al contexto


María Gabriela Ensinck, Buenos Aires

Hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, pero la realidad indica que no hay mucho para festejar. La evidencia científica señala que el principal problema ambiental del mundo, el cambio climático, es imparable. Y tras varios años de negociaciones y debates sobre la forma de mitigar o aliviar sus consecuencias, un nuevo enfoque gana terreno: la adaptación.
Expertos reunidos en un Foro de Legisladores del G8 + 5 (las potencias del grupo de los 8, más los cinco emergentes: Brasil, México, Sudáfrica, India y China), calcularon que adaptarse al cambio climático le costará al mundo en desarrollo entre u$s 28 y 67 mil millones (según si se toman las proyecciones más optimistas o las más escépticas) de aquí al 2015. Por eso el eje de la discusión en este encuentro que se llevó a cabo en febrero en Brasilia fue cómo se repartirán y financiarán estos gastos.
Desde que se estableció el Protocolo de Kyoto (1997), en el que las potencias firmantes se comprometían a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a un 5% por debajo de lo que emitían en 1990, no sólo no hubo reducciones, sino que vienen aumentando al 1,5% anual. Muy pocos países cumplieron sus metas, y el plazo vece en 2012. Estados Unidos, que era por entonces el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero (GEI), ni siquiera firmó el acuerdo. Y potencias emergentes como China e India, que no tenían compromiso directo de reducción de emisiones hace 11 años, se transformaron en las principales liberadoras de estos gases a la atmósfera.
El Foro que tuvo como anfitrión al presidente Lula Da Silva finalizó con compromisos importantes en temas como biocombustibles, manejo forestal, transferencia tecnológica y financiación para la adaptación. Sin embargo, no hubo acuerdos respecto del target de reducción de GEI que deberá alcanzar cada grupo de países a partir de 2012 (cuando finalice el acuerdo de Kyoto). Hay dos propuestas encontradas: la de “mayor compromiso de reducción a mayor volumen total de emisiones” (liderada por los Estados Unidos y las potencias europeas), y la que postula que se deben contar las emisiones per cápita en lugar de las totales, defendida a capa y espada por los legisladores chinos.

lunes, 2 de junio de 2008

El futuro del trabajo en manos de las madres



“En las empresas hay más bajas por estrés que por maternidad”, dice Nuria Chinchilla, experta en gestión de la Universidad de Navarra, quien instó a las empresas a implementar el trabajo por objetivos en lugar de por horarios, a riesgo de perder a la mitad de sus talentos.

Tuve la oportunidad de entrevistarla para el suplemento Management de El Cronista (12/05/08). Me cautivó su sagaz sentido del humor. Chinchilla habló de un concepto que se impone en Europa: el de las Empresas Familiarmente Responsables. Y aunque los horarios flexibles, las licencias por paternidad y maternidad extendidas y los beneficios especiales para quienes son padres parecen a años luz de la realidad laboral argentina, la experta dejó en claro que en Europa la falta de niños es un tema candente.

Las empresas ya empiezan a preocuparse, porque no tendrán mano de obra suficiente. “En la medida en que las empresas no incluyan la maternidad y la paternidad, no serán sostenibles en el tiempo”, aseguró Chinchilla.

La entrada masiva de mujeres al mercado laboral repercutió dramáticamente en la tasa de natalidad, que en Europa es de 1,5 hijos por mujer en edad fértil, lejos del reemplazo generacional, que es de 2,1 hijos. Sin embargo, las expectativas de las mujeres son tener entre dos y cuatro hijos. Pero cuando se les pregunta por qué no los tienen, la mitad aduce falta de tiempo y la otra mitad, falta de dinero. En la Argentina está en 2,3 y en 20 años será 1,2 hijos por mujer.

¿Cómo afectaría a la economía una sociedad sin hijos?

- Al no haber niños, no sólo se pierde fuerza de trabajo y consumo a futuro, sino que se pierde capital social en el presente. Una sociedad sin niños tiene menos capacidad de comprometerse, hay más egocentrismo, más divorcios. En España tenemos 70 divorcios por cada 100 matrimonios. Estamos realmente desatados. El matrimonio en mi país tiene menos perspectiva que la compra de un coche de segunda mano, que te dan garantía por seis meses.

(...) Las empresas suelen realizar acciones para cuidar la calidad o el medio ambiente, pero si no construyen un clima propicio para conciliar trabajo y familia, se enfrentarán a una importante fuga de talentos por parte de las mujeres y los jóvenes de la generación Y, que ya no quieren un trabajo religioso de esos en los que entramos cuando Dios manda y salimos cuando Dios quiere...

Agflation, crisis alimentaria y boom de commodities


A propósito de la Conferencia Mundial de la FAO que se celebra hoy en Roma, del "fin de los alimentos baratos" y del boom de los commodities, hay dos artículos muy reveladores. Uno salió en el suplemento Cash de Página/12, y habla de la especulación con el precio de los alimentos http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-3495-2008-05-25.html

El otro salió en El Cronista y habla de los fondos que invierten en Commodities. Aquí un fragmento de la nota :

APUNTAN A GRANDES ESPECULADORES POR LA SUBA DE ALIMENTOS Y CRUDO
Fondos invierten 20 veces más en commodities que en 2003
Por la compra de posiciones futuras, el precio del conjunto de estos productos subió 189% en cinco años. Los consumidores de escasos recursos son los más afectados
JULIETA CAMANDONE Buenos Aires


La inflación es hoy la principal preocupación mundial y según indicó al Senado estadounidense el gerente de Portfolio de Masters Capital Management, Michael Masters, los grandes fondos especulativos son responsables de la escalada de precios de las materias primas.
El socio del fondo de inversión que tiene acciones en empresas como la gigante automotriz General Motors, las principales aerolíneas estadounidenses y el imperio de la farmacéutica Pfizer pidió a ese organismo medidas que limiten las acciones de los fondos índice, que invierten en futuros de materias primas para protegerse de la inflación y de la desvalorización del dólar estadounidense.
En cinco años, la presencia de estos fondos se multiplicó por 20 en términos monetarios. A fines de 2003, el dinero que estos actores asignaban a los futuros de commodities era de u$s 13.000 millones. Al finalizar el primer trimestre de 2008, ese monto alcanzaba los u$s 260.000 millones.
En el mismo período se incrementó 183% el precio de los futuros del conjunto de los principales commodities, una lista de alrededor de 25 productos, de los cuales alimentos y energía son los que más preocupan a los consumidores en todo el mundo.
Sólo en los primeros 52 días de 2008, se estima que los fondos índice inyectaron u$s 55.000 millones en el mercado de futuros de commodities.Según Masters, el problema de la incorporación de los fondos índice es que no reparan en el precio unitario de los productos, compran la cantidad de contratos que sean necesarios, multiplicando su presencia y su impacto. En algunos casos, el crecimiento de la demanda de los fondos índice es tan fuerte que equipara el aumento de la demanda china.

Pobres y Desconectados




Mientras que la quinta parte de la población mundial está emigrando hacia el ciberespacio y hacia las relaciones de acceso, el resto de la humanidad está todavía atrapada en un mundo de escasez física. Para los pobres, la vida sigue siendo una lucha diaria por la supervivencia. Tener propiedad es una preocuación inmediata, y para muchos, solamente un objetivo muy lejano. Su mundo está bastante lejos de los cables de fibra óptica, de las conexiones vía satélite, de los teléfonos móviles, de las pantallas de ordenador y de las redes del ciberespacio. Aunque para muchos de nosotros resulte difícil comprender que más de la mitad de los seres humanos no ha utilizado nunca un teléfono.
La brecha entre los poseedores y los desposeídos es ancha, pero la que existe entre conectados y desconectados es aún mayor

Del libro de Jeremy Rifkin "La era del acceso", la revolución de la nueva economía (Paidós), que estoy leyendo